• Nueva York - 9 días

    Sumérgete entre los rascacielos y calles de Nueva York.

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    Atraviesa Laos, siéntete Lara Croft en las ruinas de Angkor, monta en tren de bambú y acaba en Bangkok.

  • Japón - 9 días

    Duerme con yukata y explora el país de la tecnología y las geishas.

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    Piérdete por la inolvidable Patagonia, sube a las torres del Paine y finaliza en las increíbles cascadas de Iguazú.

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agosto 07, 2018

Día 9 - La despedida de Tokyo: Ryogoku, Asakusa, Ueno y Kit Kats para todos!

Hoy es nuestro último día de este bonito viaje que nos ha llevado a conocer este precioso país llamado Japón (para aquellos que no lo saben, derivado fonéticamente  de los kanjis sol y origen, dado que para los chinos, Japón era el país del sol naciente).

Me levanto a las 7 de la mañana a pesar de haber puesto el despertador más tarde, pero es que estoy deseoso de disfrutar de mi último día.

Lo primero que hago es devolver las llaves en el hotel y dejarles la mochila hasta que vaya al aeropuerto, para que me sea más fácil desplazarme. Al acabar, echo cuentas del dinero que me sobra, teniendo en cuenta que tendré que reservar 2470 yenes para el trayecto en tren al aeropuerto (dado que ayer ya se me acabó el JR Pass). Por ello he dejado para el final, todos los barrios cercanos al hotel, para así poder ir andando y hacer las últimas compras.

Primero me dirijo hacia Ryogoku conocido por ser el barrio del sumo. Había oído que si encuentras algún gimnasio abierto, es posible verles entrenar, pero desgraciadamente no encuentro ninguno. No obstante, estoy al acecho de ver si me encuentro con algún sumo para hacerme una selfie con él (ilusiones que tiene uno). Veo a uno a lo lejos que sale de un coche extremadamente pequeño para el tamaño del sumo y se me escapa... Así que solamente me queda dar un paseo y disfrutar un poco del ambiente y la historia del barrio (poco después vi otro par a lo lejos, pero tampoco logré cazarlos).

agosto 06, 2018

Día 8 - Nikko y últimas compras en Tokyo

Nos vamos acercando al final de la aventura, y me despierto para encarar el que será el penúltimo día que pase en Japón antes de volver a coger mi vuelo a Madrid.

Para el día de hoy decido visitar Nikko, otra de las ciudades cercana a Tokyo y que tiene bastante tradición cultural debido a sus templos y a la importancia histórica de su pasado.

Me monto en el tren y lo primero que hago es cruzar el puente Shinkyo, icónico de Nikko. Para entrar en el puente, tienes que pagar, cosa que hago, pero la verdad no me llena excesivamente.



julio 31, 2018

Día 7 - De la ancestral Kamakura a la modernidad de Akihabara

Hoy me levanto temprano porque me espera un día cargado, quiero ir por la mañana a Kamakura y posteriormente seguir visitando los diferentes barrios que me faltan de Tokyo.

Tras preguntar y enterarme de que no hace falta reservar sitio en el tren a Kamakura , en  poco tiempo me planto allí y al ser temprano, decido esperar un rato tomando un buen café en el Starbucks (y de paso revisar en Internet los mapas que no pude descargarme en España).

Lo primero que visito es el monumento más conocido de todo Kamakura: el Daibutsu.


julio 24, 2018

Día 6 - Primer día en Tokyo: Ginza, Odaiba, Tsukiji, Harajuku y Shinjuku

Despierto en mi nuevo alojamiento, enfundado en el yukata y me dispongo a coger la línea Yamanote para Ginza.

Ginza es una de las zonas de Tokyo donde se concentran las grandes marcas, boutiques, etc. Pero como una vez más he madrugado mucho, no se ve tampoco demasiado ambiente. Diría que de noche, seguramente es mucho más espectacular (como casi todo en Tokyo, que suele estar iluminado de una manera muy característica).




Aquí cometo la primera locura del viaje, no se me ocurre otra cosa que darme un paseo hasta... !Odaiba¡

Al principio pensaba que la distancia no sería tan larga, pero conforme iba andando y crucé alguno de los puentes colgantes que hay alrededor de Tokyo, me di cuenta de que la idea había sido una auténtica locura. Hacedme caso. Usad el metro.




Tras dos horas de caminata, me dispongo a ver algunas de las cosas más interesantes de Odaiba. La primera de todas es el Rainbow Bridge (Puente Arcoíris), que debe su nombre a que es muy parecido al famosos puente de Brooklyn, con la particularidad de que se ilumina como un arcoíris de noche.





También se encuentra la réplica de la Estatua de la Libertad (sí, ya veréis que no es el único monumento que tienen como réplica) y el peculiar edificio de la televisión Fuji TV.




Después me dirijo hacia otro icono de la ciudad de Tokyo: El guerrero Gundam.
Este guerrero gigantesco, que se ubica a la entrada de un centro comerial, hace pases moviendo los brazos e iluminándose, cada cierto periodo de tiempo.



Una vez hechas las fotos pertinentes al espectáculo, dudo si ir al Legoland (una especie de museo gigantesco lleno de Legos), pero había leído en algún foro que si ibas solo y sin niños, te miraban un poco raro, e incluso había personas que no habían podido entrar por eso, por lo que me voy al Museo Miraikan.

¿Qué decir de un museo como esté en Japón? Pues aparte de una bola digital del mundo colgada del techo (que es preciosa), hacen pases del robot Asimo (merece la pena verlo), tienen desde salas donde explican cómo funcionan las células madre, hasta una réplica de un minisubmarino donde puedes entrar. La verdad es que merece la pena si os gusta la ciencia.








Tras la visita, como tengo hambre, pongo rumbo hacia el mercado de Tsukiji, alrededor del cuál se encuentran un montón de restaurantes y puestos de sushi (no en vano es uno de los mercados de pescado más grandes de la ciudad). También es posible madrugar mucho e ir a la hora a la que subastan el atún, pero ya os digo que hay que madrugar mucho mucho mucho y además llegar pronto, puesto que ahora limitan el aforo de persona ajena al mercado donde entrar.



Veo que hay un puesto de sushi con una anciana apacible, y mezcla de imaginarme una jubilación haciendo sushi en mi tiempo libre, que realmente tenía hambre y parecía simpática la señora, le compro algo de sushi para llevar y comerme en un parque cercano.



Luego me acerco a ver la Torre de Tokyo (que sorprendentemente me recuerda a un monumento famoso, pero no caigo... ¡Que no hombre, que ya sé que se parece a la Torre Eiffel!)




Una vez dejado atrás el sentimiento parisino, voy a otro de los barrios más auténticos de la ciudad: Harajuku. Este barrio tiene la particularidad de que podemos encontrar tiendas de las diferentes tribus urbanas que se encuentran en la ciudad. Aquí igual te encuentras a una lolita, que a una persona haciendo cosplay, aquí todas las vestimentas tienen cabida.




Entro en un Daiso, que es un "todo a 100 yenes" de varias plantas, pero la verdad es que al final no acabo viendo nada que merezca la pena. Me defraudó un poco.

Una vez hecho esto, y tras frustrarse el encuentro con mi amigo Patxi, que estaba por Tokyo y con el que planeábamos ir al restaurante de Alicia en el País de las Maravillas (sí, como lo oís, hay un restaurante con esa temática en Tokyo), me voy dando un paseo hacia Shinjuku, que no me agobia tanto como ayer...





Y decido volver al hostel, a dormir como un lirón, que mañana toca... ¡La bonita Kamakura!

julio 12, 2018

Día 5 - Acabamos de ver templos de Kyoto y nos vamos a Tokyo!

Amanezco en lo que será mi último día en Kyoto, y tras dejar preparada la mochila en el ryokan y agenciarme algo para desayunar por el camino, me monto en el autobús 205 para ir rumbo a los últimos templos de esta bonita y tranquila ciudad.

Primero visito el templo Ryoanji donde hay un bonito jardín zen. Da gusto sentarse por la mañana, un poco adormilado, mirar hacia las piedras y dejarse ir de esta vida terriblemente llena de estrés y estímulos que tenemos. Me imagino que era un poco la idea del curioso jardín.

Una vez visitado este jardín, vamos al templo Kinkakuji, también conocido como pabellón dorado. Reconozco que es el templo más bonito de todos los que vi y eso que en foto, no me hacía ni fu ni fa.



Los jardines que rodean al templo son bonitos, pero ver el templo todo dorado, con esos árboles alrededor y el lago...¡Es precioso!


julio 11, 2018

Día 4 - Nara y Fushimi Inari

Me levanto de nuevo bastante temprano y me dirijo a la estación de trenes a coger el tren a Nara.

A esta hora el tren bala no funciona, por lo que cojo otro tren que tarda 77 minutos, lo cuál no es un problema, porque es bastante pronto y tenemos tiempo de sobra. Lo bueno de tener el JR Pass como ya comenté, es la facilidad para poder coger un tren u otro, a tu gusto y sobre la marcha.

Una vez llego a Nara me dedico a vagabundear puesto que no han abierto aún el templo Kofukuji, por lo que empiezo a juguetear con los ciervos, comprando galletas que te venden en puestos a lo largo del parque.




La verdad es que el entorno de Nara es algo precioso, diferente de cualquier sitio en el que hayas estado, debido a la presencia de templos a tu alrededor, junto con ciervos en libertad, que se te acercan para que les des de comer. Como lleves una de las galletas que les gustan, te las huelen hasta dentro del abrigo y te seguirán, pero tranquilo, no son peligrosos.

Impresiona, además, ver el respeto que hay hacia los ciervos, puesto que aunque ellos crucen por en medio de la carretera para ir de un lado a otro del parque, todos los coches paran y esperan el tiempo que haga falta a que pase el ciervo (sin bocinazos, ni malas maneras).

julio 09, 2018

Día 3 - De templos por Kyoto (pero no todos, ¡Que hay muchos hombre!)

Amanezco muy temprano fruto del Jet lag, si bien es cierto que he dormido un montón de lo cansado que había llegado.

Me enfundo el abrigo porque estamos en Enero y hace algo de frío en Kyoto, aunque nada fuera de lo normal si lo comparamos con España, y lo primero que hago, es comprar algo para desayunar por el camino en alguna de las tiendas estilo FamilyMart que hay, y voy a la estación a sacar un par de tickets de día para el autobús, dado que los voy a usar hoy y dentro de un par de días para visitar los diferentes templos que tengo apuntados.




mayo 17, 2018

Día 2 - Aterrizando en Tokyo, tren a Kyoto y perdiéndonos en Gion

Al fin se empieza a vislumbrar claridad por las ventanas del avión y es que al fin estamos llegando a Narita, el aeropuerto internacional de Tokyo.

Una vez hemos desayunado en el avión y acabamos de aterrizar, compruebo que por suerte, sigo pudiendo mover las piernas y no he perdido la capacidad motora de mi cuerpo.

Nuestro de día de hoy es un poco día de transición, aunque espero llegar lo antes posible a Kyoto para poder aprovechar al máximo mi tiempo en Japón.

Ya bajando por las escaleras mecánicas, vemos los primeros dibujos manga en el aeropuerto dándonos la bienvenida a Japón. Sin lugar a dudas este género levanta pasiones en Japón y en otras muchas partes del mundo, y de hecho el propio Tokyo tiene un maravilloso barrio llamado Akihabara (antiguo barrio de la electrónica) que ahora mismo se ha convertido en una fusión entre electrónica y manga y anime.

Una vez llegamos a inmigración, ya empezamos a ver lo terríblemente eficientes que son los japoneses. No solo hay apenas colas, debido a la gente atendiendo la entrada al país, sino que la persona que me hace el visado, creo que es la que más rápida lo ha hecho jamás, por lo que en poco minutos, estoy listo para coger mi maleta e ir hacia las dos cosas que tengo pendientes en el aeropuerto: cambiar algo de dinero y sacar mi JR Pass.

Me dirijo primero hacia la oficina de cambio, donde un señor muy amable, tras preguntarme un montón de cosas de España y sobre qué pensaba visitar de su país, me cambia los suficientes yenes para no pasar apuros en el caso de que haya problemas de usar la tarjeta en el país.

Posteriormente me muevo hacia donde está ubicada la oficina de la Japan Railway Company, donde con mi reserva que hice desde Internet, me dan inmediatamente mi JR Pass y me gestionan mis asientos para llegar hasta Kyoto (es mucho mejor que les pidáis que los gestionen ellos directamente, para que os den asientos reservados y no tengáis que estar buscando asiento en los vagones no reservados del Shinkansen).

Nuestra ruta es ir desde Narita a Shinagawa en el tren Narita Express. Y posteriormente coger el tren Hikari 517 de Shinagawa a Kyoto.


mayo 12, 2018

Día 1 - De Valladolid a Tokyo

Siempre que viajamos hacia el Este, tenemos nuestra percepción de que nuestro día es más corto, puesto que el sol viaja en contra nuestra (vamos hacia su encuentro) y eso hace parecer que casi no vieramos la luz del día.

Era el día de año nuevo y nos dirigimos con bastante sueño hacia el primer tren que salía de Valladolid rumbo hacia Madrid.

Ya había aprovechado la noche de Nochevieja, para irme acostumbrando a lo que sería mi nuevo uso horario, por lo que decidí trasnochar e intentar dormir en el viaje cuando me fuera tocando :)

Una vez en Madrid, cogí el cercanías para llegar a la T4 y desde allí me dirigí a la T2, de donde salía mi vuelo con Alitalia rumbo a Tokyo, con escala en Roma. Como ya os comenté en los preparativos, creo que hubiera sido más acertado ir a Kyoto directamente, pero es lo que había :)

mayo 09, 2018

Preparativos para viajar a Japón

El viaje a Japón no es un viaje difícil de preparar,  a lo sumo, el mayor problema que puedes tener en algunos momentos, es no encontrar en alfabeto latino el nombre de las calles, o de los destinos a los que vayas y perderte un poco. No obstante, no suele ser lo común en los sitios típicos donde habrá turistas, como aeropuertos, estaciones de tren, monumentos...

Por cierto, antiguamente se podían conseguir guías gratuitas, que te mandaban a través de correo postal, desde su web de turismo.

¿Qué necesitas para viajar a Japón?
  • Billetes de avión
  • Hotel
  • Visado
  • Seguro médico (no imprescindible, pero sí recomendable)
  • JRPass si vamos a viajar en tren por el país

marzo 10, 2018

Viaje a Japón en 9 días

Japón es un país maravilloso. Es un país que no deja de sorprenderte y mostrar contrastes, incluso con sus países vecinos de Asia. Pues esa mezcla de cultura  asiática, del mundo de la tecnología y occidente, lo convierten en un destino increíble para viajar.

Aquí se puede juntar todo: templos, robots, anime, manga, estilos de vestir. Aquí encontrarás desde Geishas hasta lolitas, por no hablar de lo encantadora que es su gente. Siempre amable, atenta y con una sonrisa en la cara en cuanto les preguntas algo y... ¡Cómo no! Su excelente comida, desde ramen, sushi, las gyozas y el rico tonkatsu.